lunes, 3 de agosto de 2020

Twitter, el escenario de la indignación inútil


"UNA TRAVESÍA DE MIL MILLAS, COMIENZA CON EL PRIMER PASO" Lao-Tse



En esta época pre electoral (sí, a la mitad justa de un mandato, ya se define como pre electoral), la palabra "corrupción" es tan sobre utilizada, que fácilmente se desdibuja, des contextualiza y pierde validez.

Es por eso que desde hace un tiempo se ha venido planteando en este blog el tema de la corrupción, pero más como un escenario problémico que parte del Locus Interno y que por tanto relaciona causas y efectos en la coherencia como individuos de una sociedad, una invitación a revisar la escala de principios y valores frente a situaciones como los escándalos de corrupción, siendo tan rimbombantes los políticos, ya que cada día la sociedad colombiana se ha estado acostumbrando demasiado a un estado de indignación en redes sociales, esperando soluciones mágicas y en una zona de confort que nos brinda la "tranquilidad" de la auto victimización.

Dicho planteamiento se ha basado en la Teoría de la Ventana Rota, determinando las acciones de mínima (Locus Interno - coherencia entre discurso y acción del Ciudadano en este caso) y las acciones de máxima (Locus Externo - coherencia entre discurso y acción del Estado en este caso), como elementos esenciales de una propuesta de solución.

El enfoque global por otra parte, ha sido influenciado en el trabajo de Di Filippo, quien en un asombroso compendio de teorías éticas y sociales, deriva en una conclusión que condensa de una forma u otra, lo que en últimas debe ser considerado el postulado principal de una sociedad, a propósito de la máxima expresión de la misma: El bien general sobre el interés particular.

Di Filippo concluye así: "Puesto que la libertad es una condición necesaria para una vida efectivamente humana, su existencia depende de la efectiva vigencia de los derechos humanos y, ésta a su vez, del cumplimiento y aceptación de los deberes y responsabilidades humanas de todos los otros de los cuales depende nuestra libertad"

Lo anterior abre un debate interesante respecto a la responsabilidad del colectivo desde lo individual, correspondiendo con las Acciones de Mínima y Acciones de Máxima en la solución al flagelo de la corrupción, a partir de un cambio gradual en la cultura ciudadana, hacia el mediano y largo plazo en el colectivo nacional.

La clave tanto en la degradación como en la restitución de una sociedad, radica en la acción cotidiana de los individuos que la constituyen, basando dichas acciones en la coherencia con el pensamiento. Esa coherencia individual tiene dos motivaciones esenciales: el Locus Interno y el Locus Externo.

El Locus Interno refiere aquella motivación que surge de la conciencia, de hacer las cosas que se hacen porque se cree firmemente en ellas y se tiene certeza de que es lo correcto, lo justo. Por ejemplo la persona que usa el casco reglamentario cuando conduce una motocicleta y lo hace porque es consciente que en caso de una caída o accidente, ese casco le puede salvar la vida. Nadie lo coacciona o amenaza para usarlo, pues su acción nace de su concepto acerca que usar el casco cuando se conduce una moto, es lo correcto.

Por otra parte, siguiendo el ejemplo inmediatamente anterior, si esa persona usa el casco ante la alta probabilidad que se encuentre con un agente de tránsito que le imponga una multa por no usar el casco, se estaría hablando entonces de una acción basada netamente en una motivación externa, que en este caso es el temor ante una multa de tránsito. Es así que cuando se responde a motivaciones o estímulos fuertes provenientes de agentes externos, se está hablando de acciones regidas por el Locus Externo.

Estos dos conceptos son los que enmarcan la Teoría de las Ventanas Rotas, un análisis de una serie de experimentos sociales que buscaron determinar en qué forma se puede afectar positiva o negativamente, un comportamiento del colectivo al ejercer cambios en el comportamiento individual, como un detonante pasivo que deriva en una lenta pero segura explosión social.

Con este marco se pretende ubicar el escenario nacional que sufre ante la corrupción galopante, cuya fuerza reside en la continua acumulación de pequeños actos corruptos en la cotidianidad de todos los individuos, regidos por el Locus Externo, resumidos en una frase coloquial pero sumamente poderosa negativamente: "si es ilegal pero nadie lo descubre, entonces es legal hacerlo"... algo que definitivamente corrompe el Locus Interno y degrada por consiguiente (como una bola de nieve rodando por una montaña) el resto del colectivo.

Bibliografía:

Di Filippo, A. (2008). Ética, Economía y Democracia. (Spanish). Perspectivas Éticas, (20), 7-43. Recuperado de:

Wilson, J., Kelling, G. (1982) Ventanas rotas. La policía y la seguridad en los barrios. The Atlantic Monthly, Volumen 249, N°3, 29 - 38. Recuperado de: https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/ojs/index.php/DelitoYSociedad/article/viewFile/5471/8184

miércoles, 12 de diciembre de 2018

EN UN SUSPIRO... LA VIDA

Hace un par de semanas murió en mis brazos, mi gato Joker. No había dimensionado su rol en mi vida hasta el instante en que exhaló el último suspiro y su corazón se apagó bajo mi mano, que apretando su pecho trataba de reanimarlo. Luego aprendí que ante un poderoso veneno, no vale técnica de resucitación alguna.

Fue hasta la siguiente semana que sentí su ausencia... y pude finalmente desahogarme. Sin embargo, a pesar de todo el llanto, aún siento que queda mucha de esa opresión en el pecho y que tardará un buen tiempo en disiparse.

Joker no fue una mascota, tampoco un hijo que se pretendió reemplazar, tan solo fue mi amigo y más allá de eso, mi maestro. Es por eso que quiero brindar un pequeño homenaje a mi amigo, representado en su mayor lección: vencer el miedo a lo desconocido... aventurarse a explorar, a proponer... atreverse a fracasar, a caer... dejar de medir la vida en respiraciones y empezar a buscar esos momentos que me dejen sin aliento.

Gracias mi negrito, no tendré qué recordarte jamás, porque siempre estarás vivo en cada cosa que haga, en cada aventura que tenga...

JOKER
Noviembre 26 de 2012 - Noviembre 29 de 2018

Joker me enseñó a relajarme, a disfrutar el atardecer.


También aprendí que las personas pueden llegar a ser una buena compañía.






Joker me ayudó a comprender que el mundo es más grande de lo que pensaba, pero a la vez siempre al alcance de la mano... y el espíritu














Por supuesto... que por encima de todo lo que pueda hacer y vivir, lo más importante y mejor de todo, es tener con quién compartirlo... como compartíamos las noches mirando televisión, mientras se acurrucaba entre mis piernas a ronronear y ser feliz...











Y que las personas... bueno, los humanos somos lo que somos, con todo lo que hacemos. Quizá si sigo reconociendo eso, algún día perdone sin mirar atrás a quien me arrebató de las manos, de la forma más cruel, a mi mejor amigo...











jueves, 30 de noviembre de 2017

Caso Odebrecht: La Teoría de la Ventana Rota aplicada en todo un país

EL STATU QUO DEL PENSAMIENTO CORRUPTO
(INTRODUCCIÓN)

Infortunadamente en Colombia, el pensamiento corrupto ha ido calando lentamente en el ADN del colectivo, transformando actitudes, acciones, prospectivas y por ende decisiones, en algo cotidiano que se mimetiza en la cultura y termina identificando a toda una sociedad. Y la sociedad colombiana es bastante particular, especialmente porque gracias a ese ADN que tiene una capacidad de adaptabilidad increíblemente alta, se genera fácilmente resiliencia; es por eso que continuamente se camina en una delgada línea roja que plantea el gran riesgo de sentir la corrupción, desde los actos más insignificantes hasta los más representativos, como algo natural y hasta necesario.

Esa línea ultra delgada también contempla el factor volitivo del individuo, que en un conjunto de acciones desde la institucionalidad como referente de autoridad moral y práctica, puede constituirse como un ejercicio efectivo en la búsqueda y conservación de esa urbe enmarcada en una cotidianidad tolerante que en lo particular logra el bienestar, teniendo presente y como objetivo principal, el beneficio común sin perder libertades y cimentando su propia identidad.

Ahora bien, con estos dos puntos de partida, la asimilación de la corrupción como algo normal y la indefectible injerencia del individuo en la transformación de ese paradigma social, se puede plantear, en los términos o condiciones más sencillos posible, la aplicación de diversos experimentos sociales que puedan converger en un objetivo común: desterrar la corrupción desde la raíz, dar un giro de 180° al actual statu quo y alcanzar un real estado de equidad.

PEQUEÑAS ACCIONES DE GRAN IMPACTO
LA CORRUPCIÓN DE ODEBRECHT EN CUOTAS

Para comprender mejor el objetivo de dar un giro radical al pensamiento corrupto, se debe observar un ejemplo bastante patético en el panorama nacional, como lo es el tristemente célebre Caso Odebrecht, que en pequeñas y aparentemente imperceptibles acciones corruptas, llegó a carcomer en forma casi que irreparable la médula del erario, derivando en un detrimento patrimonial que tendrán que enfrentar al menos cuatro generaciones tributarias.

Todo pareciera indicar que fue un desfalco de grandes proporciones en una sola acción, pues el despliegue mediático mundial que se le dio en diciembre 21 de 2016, cuando altos directivos de Odebrecht, una Compañía Multinacional cuyos clientes principales son los gobiernos, firmaron un acuerdo con la Procuraduría de Brasil (de donde es originaria la empresa), el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Procuraduría General de Suiza, para reconocer sus delitos, consistentes principalmente en pagos millonarios en calidad de sobornos para poder firmar concesiones en Latinoamérica y el mundo a lo largo de al menos 15 años. Se calcula que fueron alrededor de 800 millones de dólares en coimas a altos (muy altos realmente) funcionarios, lo que puede llegar a dar una idea del monto de los contratos y las utilidades consecuentes. Por tanto no fue una solitaria acción, se trató de un conjunto de pequeñas acciones en un período considerable, que tuvo la oportunidad no solo de pasar desapercibido, sino que en el camino creó toda una cultura en torno a la contratación estatal y por consiguiente, una integración de esta cultura al ADN social de los países en que se cometieron los delitos.

Ese es el escenario problémico, la corrupción generalizada desde mínimos actos, "autorizados" por un primer paso impune.

Esta conclusión no es fruto del azar, múltiples teorías que tuvieron aplicaciones e implementaciones efectivas lo demuestran, una de ellas es la Teoría de la Ventana Rota, surgida del análisis sobre la Teoría del Caos (específicamente el concepto de desambiguación o “efecto mariposa”) que plantea cómo una pequeña acción que resulte como perturbación inicial, deriva en un efecto considerablemente grande gracias a un proceso amplificador sazonado de factores sociales, culturales e incluso genéticos.

La Teoría de la ventana Rota fue tomada como marco para la propuesta de mejoramiento progresivo urbano en la ciudad de Nueva York en la década de 1980. Se comprobó que así como a partir de un acto mínimo de vandalismo se desataba una enorme ola criminal, de la misma forma, una serie de pequeñas acciones individuales podrían en la misma dinámica de ampliación, obtener el efecto contrario al padecido. En pocas palabras, aunque más lenta quizá en un comienzo, con pequeños cambios positivos en las personas idóneas (figuras de autoridad o ejemplo), las buenas costumbres y los hábitos de valor también terminan contagiando al colectivo.

Como ciudadanos que esperan de cierta manera llegar a compartir un Ethos urbano, se debe de verdad desaprender sin importar si se está haciendo correctamente (siempre se puede hacer mejor), se debe replantear la mirada de la realidad y revisar propuestas para que esas acciones diarias, ya que la corrupción no es de los políticos o funcionarios estatales, es de todos los ciudadanos en el cotidiano devenir (el cinturón de seguridad, el casco, el semáforo, la fila, el uso del celular, etcétera) son efectivas, de la única manera que se puede hacer: siguiéndolas cada quien primero.

Y si se pudo en Nueva York, se puede en Colombia, ciudadano por ciudadano, funcionario por funcionario, político por político. Aún hay forma de solucionar lo que sucede alrededor y sí se puede hacer verano a partir de una sola gaviota.

Odebrecht fue el campanazo de alerta. Ahora el balón está en el lado del pueblo.



 BIBLIOGRAFÍA
Mendoza, L. (2012). Autonomía, solidaridad y reconocimiento intersubjetivo: Claves éticas para políticas sociales contemporáneas*/Autonomy, solidarity, and intersubjective recognition: Ethical guidelines for contemporary social policies. Revista De Estudios Sociales, (42), 13-26. Recuperado de:

Calvo, P. (2013). Economía civil desde una ética de la razón cordial. (Spanish). CIRIEC - España, Revista De Economía Pública, Social Y Cooperativa, (79), 115-143. Recuperado de: 

martes, 17 de octubre de 2017

PENSAMIENTO CORRUPTO (PLANTEAMIENTO)

Retomando la pregunta sobre si el pensamiento corrupto es de carácter individual o colectivo, basados en que consecuencias tales como fundamentalismo religioso, discriminación de género, desarrollo insostenible e inhumano, corrupción, así como plagio y usurpación de derechos de autor, que en conjunto obedecen a comportamientos colectivos que de cierta manera validan intenciones individuales, nos vemos transitando una línea muy delgada entre una ética urbana a la que cada quien se adapta en armonía, pero con un deseo tan reprimido de desarrollarse libremente, que se termina en una anarquía que en cada oportunidad que se presente, aflorará en pequeños pero significativos actos corruptos.

El Arquitecto Ignacio René Uribe López en su publicación "ÉTICA URBANA, LA CONSTRUCCIÓN DE UN ÊTHOS CIUDADANO" plantea dos situaciones medulares que afectan la moral ciudadana, la primera es la historia de violencia e intolerancia como parte ya de nuestra identidad como país (la típica y estigmática frase de "es que somos colombianos, qué más se espera") y una acomodación a la cultura global que de todas las formas posibles, nos invita permanentemente a una masificación enmarcada en la frivolidad y tergiversación de los valores humanos. Como se puede observar desde ese punto en adelante en el artículo, aunque la sintomatología se percibe en el colectivo, el origen absoluto tanto del problema como de la solución, solo puede residir en el individuo.

Y es en el individuo donde convergen el pensamiento corrupto y por ende la acción corrupta, esa que sustentada en pequeñas decisiones que se cree no tendrán impacto o si lo tienen será imperceptible, pero que olvidamos que la cotidianidad las va amasando cual bola de nieve rodando por la montaña, para terminar aplastándonos en consecuencias cíclicas que algunos denominan "karma".

Porque cuando los actos corruptos nos afectan, la indignación y exigencia de justicia no se hacen esperar, nos investimos de autoridad moral y buscamos castigo para quien cometió tan imperdonable crimen. Eso tiene un nombre vulgar bastante claro y explícito: doble moral.

Ahora bien, se busca un ÊTHOS URBANO que se constituye como una cuasi utopía basada en el desarrollo de una convivencia ciudadana que en primera instancia transforme nuestra identidad, saliendo del círculo vicioso histórico y en concordancia con eso, derivando en una cultura que tiene bien definidos sus valores y actúa en sincronía con ellos; por otra parte se plantea que para lograr ese giro de noventa grados al impactar al colectivo, se debe sine qua non hacerlo desde el Locus Interno,apelando y esperando que todos y cada uno de nosotros, desde nuestra auto motivación, auto gestión y especialmente auto control, tomemos las pequeñas decisiones cotidianas que aporten lenta pero significativamente a la construcción de ese escenario, desde la transición del pensamiento corrupto al pensamiento de valor, desterrando la doble moral e institucionalizando una sola, firme y no negociable.

El plagio y la usurpación de derechos de autor, así como los demás síntomas de depreciación social, no tienen solución en acciones de represión por parte de quienes pretenden combatirla, sobre todo si en las instituciones de formación que tanto valoran la protección de derechos en el trabajo legítimo y original de sus estudiantes, tristemente se observan situaciones como las denunciadas en el medio de comunicación El Espectador en sus ediciones del 02 de marzo y 27 de julio de 2017, que tienen como protagonista de un caso comprobado de plagio, al Rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD. Circunstancias como esas invalidan totalmente los procesos de coacción en procura de un mejoramiento continuo de los procesos formativos en los estudiantes del Alma Mater.

Concluyendo con lo documentado por James Wilson y George Kelling en el libro DELITO y SOCIEDAD, en el que exponen de forma didáctica y concluyente la Teoría de la Ventana Rota, que resumidamente consiste en poner de manifiesto cómo el orden y sentido de pertenencia inculcado y demostrado desde la institucionalidad, lenta pero decididamente va calando en los ciudadanos, por tanto, usando inversamente el principio del "permiso" que colectivamente se da al individuo para dar rienda suelta a su pensamiento corrupto a partir de una acción de desidia social (una ventana rota en un edificio abandonado) y en consecuencia la anarquía explosiva en acciones corruptas, se logra cambiar el escenario desde un Locus Externo sutil que implica un acompañamiento permanente de la institucionalidad, no como agente represor sino como facilitador ético a través del ejemplo y el sentido de pertenencia aplicado en los espacios públicos, tal como lo mencionara el Arquitecto Uribe López: "Construir una Cultura Ciudadana como aglutinante de nuestra personalidad nacional depende de construir, no una cívica o conjunto de normas heterónomas que nos regulen desde afuera, sin un convencimiento pleno de su utilidad por no surgir de la necesidad sentida como comunidad humana, sino la formación de un carácter o personalidad moral, un Êthos social, y que nosotros tomamos para reelaborarlo desde nuestra propia disciplina: La arquitectura como morada humana"

Logramos sintetizar entonces, que siendo determinante el factor volitivo particular del individuo, un conjunto de acciones desde la institucionalidad como referente de autoridad moral y práctica, se puede constituir como un ejercicio efectivo en la búsqueda y conservación de esa urbe enmarcada en una cotidianidad tolerante que en lo particular logra el bienestar, teniendo presente y como objetivo el beneficio común, sin perder libertades y cimentando su propia identidad.

BIBLIOGRAFÍA


sábado, 14 de octubre de 2017

PLAGIO: ¿ORIGEN O CONSECUENCIA DEL PENSAMIENTO CORRUPTO? (INTRODUCCIÓN)

¿Les ha ocurrido que miran las noticias y sienten una ira que nace en medio del estómago y va ascendiendo hasta casi hacerles explotar la cabeza, cada vez que mencionan casos de corrupción en el gobierno?
Algunos llaman a esa sensación: "Indignación" y lo difunden en forma muy efectiva a través de la redes sociales y es tanto el impacto, que logra afectar seriamente la mayor parte de sus aspectos personales, profesionales y laborales.
Bueno, eso sentimos quienes trabajamos en Educación, pero nuestra reacción no es frente a un televisor y sus noticias, sino frente a una hoja de papel o una pantalla de computador, leyendo el producto de un estudiante o aprendiz.
Es así que me surge un cuestionamiento esencial:
"Prácticas como el plagio o la usurpación de derechos de autor, ¿se constituyen como origen o consecuencia de un pensamiento corrupto?"
Soy Instructor SENA hace cerca de doce años y es una pregunta que me he hecho en forma reflexiva una y otra vez cada que reviso producciones textuales de mis Aprendices en Gestión Administrativa, que es la Red en la que me desempeño en mi Centro de Formación. Es una pregunta cuyas respuestas van de un lado a otro dependiendo de las circunstancias en que se ven involucrados los casos de plagio, lo que deriva en una especie de círculo vicioso cuyo vórtice apunta generalmente a nosotros los Instructores, por aquello de la coherencia entre discurso y acción o como solíamos escuchar a nuestras madres: "predicar con el ejemplo".
Ahora bien, poniendo en perspectiva esta conclusión, en la que se podría decir que el plagio vendría siendo una consecuencia porque si como estudiante observo que mi profesor tiene esta práctica, entonces estaría "autorizado" moralmente a hacerla, delegando tranquilamente mi responsabilidad en asumir las consecuencias de esa acción, cabría cuestionarnos sobre la corruptibilidad de la ética personal. Ahí ya toma otro giro esto, porque si el entorno cambia mi acción y la corrompe, quizá es porque mi grado de corruptibilidad más que ser activado, lo que encontró fue una brecha para aflorar, tal como lo expone la Teoría de la Ventana Rota
Tenemos entonces que el plagio, sin constituirse netamente como origen, no respondería a la connotación plena de consecuencia a partir de un Locus Externo, sino de un patrón con trasfondos bastante interesantes, que nos llevarían a plantear una segunda pregunta problémica:
"¿El Pensamiento Corrupto es de carácter individual o colectivo?"
El balón ahora está en su cancha, estimado lector.